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La escritura de la ciudad 6z5j4u

Lucas Garve, Fundacin por la Libertad de Expresin

LA HABANA, Cuba, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - El grafiti, signo annimo dibujado en las paredes de los edificios, muros, etc., viene del latn graphiti. Los grafiti, producto de cierta sub cultura urbana, transmiten el deseo de reconocimiento de sujetos, empujados por grupos hegemnicos de la sociedad a ocupar un lugar secundario en la misma.

En la Habana se encuentran muestras, pero no abundan. En las paredes de algunos edificios han pintado, de acuerdo con las autoridades, diseos con letras burbujas y tambin en Wild Style, en los cuales el entrelazado de las letras complica la composicin.

A principios de los 80, en Cuba hubo un movimiento renovador en las artes plsticas muy particular. Se produjo una tendencia a aprovechar el espacio callejero para reflejar lo que se dio en llamar “el arte calle”, protagonizado por un grupo de jvenes pintores. Pero no cont con suficiente apoyo de las autoridades culturales.

Despus de 2000 revivieron aquellas formas de “arte calle” y aparecieron en ciertos barrios habaneros murales con diseo de letras burbujas para rellenar espacios vacos en los muros de algunas edificaciones. Estos diseos contribuyen a darle colorido a la ciudad. No obstante, las autoridades no han proseguido con esa proyeccin, quizs por falta de recursos materiales o indiferencia.

Particularmente, las paredes habaneras han servido como pginas inmensas para proyectar la escritura de la ciudad hecha por sus habitantes. Una escritura annima que refleja las inquietudes de los sujetos que la producen. Tradicionalmente, en algunas zonas de los barrios marginales se podan observar signos religiosos o marcas de los “juegos” de igos y signos de los usados por los “abakus” para comunicarse.

Por otro lado, la impronta del reconocimiento individual propia del humano, produjo una estela de nombres en las paredes de la ciudad, cuyo ejemplo ms clebre fue el del desaparecido “Chori”. Adems, otros espacios en muros se emplean como soporte de mensajes particulares. En algunos de ellos hay una especie de intercambio a partir de mensajes llenos de alusiones que solamente conocen los interesados. Una de sus caractersticas es llamar la atencin de los transentes annimos o de un destinatario particular.

As, en correspondencia, el lenguaje empleado es absolutamente privado, y se aleja de los convencionalismos lingsticos y culturales usados frecuentemente por la mayora de la poblacin.

De esta manera, la ciudad nos habla y transmite las inquietudes de sus habitantes mediante una escritura que se distancia de los carteles que sirven de soporte al discurso oficial.