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Gnero neutro 3e1u16

Vctor Manuel Domnguez, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, febrero (cubanet.sergipeconectado.com) - El gnero neutro muri. Fue apualado por los polticos y las feministas desde tribunas donde se pretenda obtener votos e implantar en teora la igualdad de los sexos.

Tambin su muerte puede atribuirse al veneno de los locutores de radio y televisin, a los aburridos acadmicos de la lengua espaola, y a las torturas semnticas aplicadas por los periodistas cubanos de carn y salario que conservar.

La idiotez tiene un lmite, pero el oportunismo no. Y hay que ver con cuanto vigor los igualitaristas de gneros se desgastan en diferenciar a un hombre de una mujer, como si ambos no fueran humanos.

Me imagino la cantidad de imbciles e imbcilas, responsables y responsablas, desconocedores de que “justamente la discriminacin consiste en marcar la diferencia de sexos, y no al contrario”, como escribi Arturo Prez-Reverte en el artculo Clientes y clientas, de su libro Con nimo de ofender.

Si lo polticamente correcto a la hora de hablar de gneros es decir los jefes y las jefas, los mdicos y las mdicas por qu no incluir, en aras de la igualdad, el masculino de otras profesiones u oficios?

Por ejemplo, si para no ser un discriminador hay que decir abogado y abogada, sera justo que llamramos al electricista, electricisto, al dentista, dentisto, al ebanista, ebanisto, y as hasta el final de los das de quienes piensan con el calcaal de un pie.

Y qu decir si para no discriminar por el color tengamos que expresar lo negro y la negra, lo blanco y la blanca, en la bsqueda de una perfeccin gramatical que condenara a muerte al mismsimo Don Miguel de Cervantes y Saavedra con su Rocinante, Quijote y Sancho incluidos.

De continuar as, en poco tiempo estaremos obligados a “corregir” toda la bibliografa mundial, ya que en sus textos aparecen millones de palabras, frases y oraciones “discriminatorias”, en las que no se trata por igual al hombre y la mujer. La extensa obra de Jos Mart se convertira en picadillo. O sera ampliada hasta rebasar los diez mil tomos.

Tener que adecentarla es como para lanzarse libro en ristre contra las academias de la lengua, los centros de redaccin, las urnas de los polticos y las cuevas de las feministas, ante la obligacin de reescribir:

“Los nios (y las nias) nacen para ser felices. La dignidad del hombre (y de la mujer) ha de ser la primera ley de la Repblica”. “El hombre (y la mujer) no tiene (tienen) ningn derecho especial porque pertenezca (pertenenzcan) a una raza u otra; dgase hombre (y mujer) y ya se dicen todos los derechos”.

Es decir, que hasta para leer a Mart tendr que ser “Con todos (y todas) y para el bien de todos (y todas)”.

Y recuerde, si no quiere caer en una excluyente violacin de los derechos humanos, debe violar tambin las derechas humanas.