cubanet.sergipeconectado.com |
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproduccin de este material, siempre que se le reconozca como fuente y su autor. |
Para atrs como el cangrejo 5s1l1e Laritza Diversent LA HABANA, Cuba, febrero (cubanet.sergipeconectado.com) - Amigdalina se la pasa hablando sola y refunfuando. “Hasta dnde piensa llegar esta gente, nos estn matando de hambre!”, coment mientras miraba la libreta de abastecimiento que sostena en su mano. Cuando se dio cuenta que la miraba se detuvo y dijo: -Viste qu falta de respeto? Ahora los nios no comen salchichas. Nos conocemos del barrio, coincidimos en la cola de la bodega. Tiene dos nietos, su hija es divorciada y ella es viuda pensionada. Pocas veces la haba visto as. Estaba molesta, acababa de discutir con el carnicero. -No le dieron el picadillo de soya, ahora tampoco “perritos”. Quitndoselo a los nios nos obligan a quedarnos sin comer. Crees que voy a dejar que mis nietos se mueran de hambre porque no s qu estpido decidi que ellos slo merecan comer picadillo de res? Por fin se calm. A sus 70 aos no puede darse el lujo de incomodarse de esa manera. Su tez blanca, enrojecida de la ira, cambio de color mientras se desahogaba. Reconoci que el carnicero no tena la culpa. “El pobre –dijo- recibe las orientaciones de arriba, y le toca aguantar el malestar de la poblacin”. Desde diciembre del ao pasado, a los menores de trece aos les cambiaron la libra de pollo racionado que se distribuye a la poblacin mensualmente, por media libra de picadillo de res. La medida gener descontento, a pesar de suponer una mejora en la alimentacin popular. Sugera la vecina que escribiera una carta al peridico Granma y se quejara. -Para qu? Si la publican, que lo dudo, nada va a cambiar. Granma, en su seccin Cartas a la direccin, pblica lo que escriben los lectores. -T, mejor que nadie, sabes que hay temas que no se tocan. La seccin Cartas a la direccin se muestra como un foro de debate de los cubanos ante la realidad cotidiana. Aunquepublican algunas quejas y cientos de alabanzas al sistema social y econmico,hay asuntos que no se tratan, como el permiso de entrada y salida de los cubanos al territorio nacional. El debate gira en otras direcciones y tiende a la resignacin. En cada uno de sus escritos publicados, los lectores invariablemente se muestran conformes con la situacin socioeconmica de la nacin. Incluso se desvirta la realidad. El desabastecimiento no se debe a la escasez, sino a la demanda y la mala distribucin. “En Granma jams se cuestiona quin decidi cambiar la cuota de los menores. Estoy cansada de que ellos decidan todo. Incluso, qu es lo mejor para alimentar a nuestros hijos. Ser que nadie se atreve o no tienen permiso para publicar ese tipo de comentarios”. El ao 2010 lleg nos trajo la subida de precios en los mercados estatales, en pesos y en moneda libremente convertible, y la reduccin de la cuota de alimentos racionados. Una nueva etapa de privaciones dentro del interminable Periodo Especial, que segn los pronsticos de Amigdalina, ser peor que en los aos noventa. “Cuando sirvo la mesa me doy cuenta que vamos para atrs, como el cangrejo”. |