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Tambin los yanquis aman a los nios 5u5y13 Luis Cino LA HABANA, Cuba, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - Conozco a un ex-militar que acaba de descubrir (parece que el momento es oportuno) que tal como sospech hace aos, hay yanquis que pueden resultar buenas personas. Me lo confes cuando conversbamos sobre las posibilidades de que Barak Obama levante el embargo. Probablemente sea el asunto que ms comentan los cubanos por estos das. En lo personal, me ponen de mal humor tantas expectativas para la solucin de los problemas cubanos depositadas en un presidente norteamericano que obviamente no tiene una varita mgica. Esperar porque Obama saque a Cuba del desastre es algo as como que el amante de tu esposa venga a repararte la casa. En eso pensaba cuando el vecino me coment que a juzgar por las tantas reflexiones que le dedica, “Fidel parece fascinado con Obama”. No entiende nada del juego del polica malo y el polica bueno que parecen jugar, alternando los roles, el Compaero Fidel y el General-Presidente respecto a eventuales conversaciones con el gobierno norteamericano. De lo nico que mi vecinoest tan convencido como el noticiero de televisin es que debe cesar el bloqueoy que Cuba no tiene nada que buscar en la OEA. En este punto de la conversacin, me cont que en una ocasin, hace aos, conoci a un piloto norteamericano y el tipo le cay bien. Le gustaban los habanos, el Havana Club y la msica de Los Van Van. Tan simptico pareca que por momentos sospech si en lugar de pilotear vuelos charters, no sera un agente de la CIA. Mi vecino fue piloto de combate. Estudi en la Unin Sovitica. Desde 1969 y durante ms de 20 aos, vol en Migs rusos. Como la agresin imperialista contra Cuba siempre era inminente, esper infructuosamente la orden de combate,presto a enfrentar los B-52 y los F-111 del enemigo. Se retir enfermo de los nervios e hipertenso. Los dos hombres se conocieron hace varios aos en el aeropuerto de Varadero. Tenan mucho de qu hablar. Cosas de aviadores. Charlaron en espaol. El “otro” hablaba sin acento. Hijo de norteamericanos, naci en Puerto Rico. Su padre, que tambin fue piloto, estaba estacionado en una base en suelo boricua. Pero lo que lo dej anonadado, fue cuando el americano refiri “como si tal cosa, ms bien con orgullo”, que particip en misiones de bombardeo durante la guerra de Vietnam. A la mente del cubano vinieron las imgenes de los nios vietnamitas quemados por el napalm yanqui. Se pregunt cuntos civiles habra matado con sus rockets. Al poco rato, dio por terminada la conversacin y corri a informar a sus superiores. Por suerte, los jefes, acostumbrados “a tratar con yumas”, no dieron mayor importancia al asunto. “Ahora comprendo que los militares,all y aqu, cumplen rdenes”. Se siente autorizado a opinar as luego que ley una reflexin del Compaero Fidel que elogiaba la profesionalidad de los oficiales del ejrcito estadounidense. Para mi vecino, luego de leer al Comandante, qued claro que las culpas iraques recaen exclusivamente en Bush, Cheney y Rumsfeld. “Oye, el tipo pareca buena gente, yo tengo vista para esas cosas. Me ense fotos de sus hijos. Me cont que disfrutaba cuando nadaba y jugaba pelota con ellos”, me dijo, asombrado de que el primer y nico enemigo que vio alguna vez de cerca y con quien hasta convers, pudiera ser un buen padre de familia, tan sencillo y bonachn como l mismo. Me vino entonces a la mente una cancin de Sting. Russians love their children too, cantaba el britnico a mediados de los 80. Eran los aos de Ronald Reagan. El presidente norteamericano llamaba a la Unin Sovitica “El imperio del mal”, y Cuba se llenaba de tneles y refugios en espera de los inminentes ataques areos yanquis. |