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Actos peligrosos 1d474z

Juan Carlos Linares Balmaseda

LA HABANA, Cuba, agosto (cubanet.sergipeconectado.com) - Remitir cartas a parlamentarios y averiguar por un detenido son actos peligrosos. Fuimos reunindonos en la parada de mnibus de calle 41 y 42, en Miramar. Los relojes marcaban las 9 y 40 de la maana del mircoles 28 de julio. Nuestro “terrorfico” objetivo era llegar hasta la sede de la Asamblea Nacional de Cuba, y entregar cartas dirigidas a varios diputados, solicitndoles respeto a la propiedad privada y la liberalizacin del trabajo particular.

De repente, el frenazo de un auto marca Lada, del Ministerio del Interior, del que salen varios agentes. Nos piden identificacin, nos despojan de todo lo que llevbamos y nos van montando en diferentes autos. Una joven, esposa de uno de los nuestros tiene seis meses de embarazo. Su esposo -joven tambin- le diriga su solicitud al diputado Ral Castro.

En la estacin policial del municipio Playa, entre otros detenidos estbamos Alicia Crvelo, Dusniel Duvaln, Silvio Bentez y quien escribe. Dusniel pregunt por la suerte de su esposa embarazada y el oficial a cargo de la operacin le dijo: “Ella fue llevada al hospital; all la examinaron y luego la llevamos a la casa. El culpable de lo que le pase eres t, por meterla en esto”. Uno de nosotros replica: “Los que no deban meterse en esto son ustedes”.

Mentira. La embarazada qued abandonada en la parada, sin dinero para regresar a casa y con la presin alta. Dusniel, Silvio y yo fuimos trasladados a la estacin del municipio Cerro. Al atardecer, seramos liberados, menos Idalberto Acua (golpeado durante la detencin) y David vila, que saldran la tarde del da siguiente. Todos fuimos interrogados.

Antes, el 26 de julio se reg la noticia de que un activista de derechos humanos estaba detenido en la estacin policial de Aguilera, en la barriada de Lawton. La noche anterior, en Santiago de las Vegas, lugar de residencia del detenido, alguien haba escrito grafitis antigubernamentales en algunas fachadas, y un perro de la polica olfate el hogar del activista, por lo cual fue acusado.

En las inmediaciones de Aguilera esperbamos los amigos del activista detenido, que sumbamos de una docena. Un oficial de polica conduce a la esposa del detenido y a otra mujer al interior de la estacin. Poco despus viene por otras dos mujeres. La joven Yadira Rodrguez inquira sin cesar: “Por qu me llevas? Por qu me llevas?”, resistindose a que la detuvieran sin haber cometido delito. La otra mujer les dice, “Ustedes quieren guardarnos a las mujeres para caerle arriba a los hombres!”.

Como resortes, dos de los presentes saltan de sus asientos, y levantan dos pedazos de cartn que haban pintado all mismo con un plumn que llevaba escondido uno de ellos. Decan los cartones: “Liberen a Carlos” y “Respeten los derechos humanos”. All mismo nos agredieron. Pude sortear puetazos y patadas de las bestias uniformadas. De repente estaba dentro del carro jaula; detrs de m entraron, empujados por un resorte invisible, los otros.

Se me incaut la lista de los asistentes. Entre otros detenidos estaban Lilvio Fernndez, Gerardo Lazcano (golpeado), Miguel Lpez (tambin golpeado), Damin Snchez, Reynier Vera, Orlando Corzo, Armando Rodrguez, Yasmany Nicle. Fuimos repartidos por varias estaciones de polica de los municipios Cerro, Centro Habana y Habana Vieja. Al da siguiente, en horas de la tarde lleg la orden de liberarnos. Cosas del socialismo salvaje.