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La selva de cristal 1v4f3y Vctor Manuel Domnguez, Sindical Press LA HABANA, Cuba, enero (cubanet.sergipeconectado.com) - La televisin cubana es una jungla donde andan sueltas y sin horario todas las especies de animales. Mientras en las praderas de Cubavisin ves una estampida de rinocerontes que aplastan a su paso a un grupo de monitos tit, en los bosques de Tele Rebelde se debate un conejo entre las fauces de una vbora kurda. Pero si cambias de canal y decides relajarte en el Educativo Dos, puedes ser atropellado por una manada de elefantes suecos, mordido por un len andaluz y hasta sufrir entre las garras de un oso cracoviano. En el Canal Educativo Uno es diferente. Sin dejar de arriesgarte a ser zampado por un cocodrilo, o llegar al cielo en la boca de una jirafa, tienes la opcin de adentrarte en un paraso chimpanc. Sin embargo, donde mayor o puedes tener con los animales es en Multivisin. De las 24 horas que funciona el canal, las 12 primeras estn dedicadas a Patrullas de sapitos, el Encantador de perros, Las garzas y Los murcilagos. En las restantes 12 horas (ya en la madrugada) estas series se repiten, aunque se adicionan captulos de tiburones asesinos, ballenas anorxicas, y un largo etctera de alimaas y bichos que obligan a irse a la cama con un arpn o una escopeta de cartuchos listos para el disparo. Ni el nio Mowgli, hijo de Rudyard Kipling, encontr en su tour por la selva tantas especies de animales como la tele audiencia cubana, vctima del safari programado en sus cinco canales de alcance nacional. En Cuba, hasta en las mesas redondas el reino animal prevalece. No por los rugidos o agresividad verbal de sus participantes, sino por sus continuas alusiones zoolgicas a personas y cosas radicadas en el extranjero. La herencia gentica de hombres del Neandertal y otros homnidos primitivos que los hacen dar saltos de silla en silla a falta de un baobab, provoca en los “mesaredonderos” un caudal de calificaciones que van desde llamar loba feroz o zorra a una mujer, hasta gorila o gusano a un hombre. Y como reflejo de la variada fauna que nos envuelve, parte del pueblo nombra cotorra a quienes hablan mucho, burro al falto de inteligencia, yegua a una mujer hermosa, pjaro y pato a un homosexual, caballo al exitoso, sapo a los inoportunos y chivas a los delatores. Adems, denomina pollito a una joven bonita, maj a los guatacas, gallinas a los cobardes, serpientes a los enredadores y perro a los despreciables, como un eco ancestral de la fusin hombre-mono. Cada da el cubano se adentra en el mundo animal a travs de una selva de cristal que ya hubieran querido la mona Chita, Juana y Tarzn para sus amoros. Por eso, ante la insistencia de la televisin cubana para que aprendamos de los animales, salvemos a Willi (no a la ballena), si no al nio que ya muerde, alla, salta o patea frente a la pantalla del televisor. |