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Conducta impropia 5o333j

Oscar Espinosa Chepe y Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, julio (cubanet.sergipeconectado.com) - De nuevo a un relevante poltico se le ha negado la entrada a Cuba por pretender reunirse con todos los sectores de la sociedad durante una visita. En este caso la prohibicin fue al diputado Markus Meckel, miembro socialista del Bundestag –parlamento alemn-, quien desde una posicin digna manifest a las autoridades cubanas su inters por entrevistarse con representantes de la oposicin democrtica.

Esa inamistosa conducta de las autoridades cubanas se ha convertido en prctica que, en otras oportunidades, ha imposibilitadoviajes de personalidades europeas, quienes no han permitido el chantaje. La mayora de los cubanos no estamos en contra de las conversaciones de visitantes de alto nivel con el gobierno. Estamos de acuerdo con el incremento de las relaciones comerciales, culturales, deportivas y otras. Sin embargo, resulta inaceptable el condicionamiento del totalitarismo cubano a los os de los visitantes con la sociedad civil.

Plegarse a esa poltica discriminatoria y antidemocrtica constituye aceptar el juego para aislar a los demcratas cubanos.Por ello, lamentamos no poder recibir al Sr. Meckel, pero lo felicitamos de corazn por su digna posicin, renuente a aceptar ese chantaje.

Desafortunadamente, no siempre los polticos europeos actan como lo hiciera el diputado alemn. Coincidiendo con la negativa a darle entrada a Cuba, visit el Sr. Josep Llus Carod Rovira, vicepresidente de la Generalitat de Catalua, y como el Canciller Moratinos, Chvez, Jos Blanco, Tourio y otros altos funcionarios del actual gobierno espaol en los ltimos aos, ni siquiera se interes por la situacin de los presos de conciencia y polticos pacficos, ignorando totalmente a las personas que luchan hoy por la democracia y el respeto de los derechos humanos.No prest atencin a la peticin formulada por polticos e intelectuales catalanes, instndolo a aprovechar la estancia para abogar por la liberacin de esos prisioneros.

Como se conoce, la Unin Europea ha acordado que los altos dignatarios durante sus visitas se encuentren con de la sociedad civil, lo que ha sido ignorado reiteradamente por dirigentes del gobierno de Espaa. Ante estas evidencias, se destacan las diferencias entre la actitud honorable del diputado socialista Meckel y la de aquellos supuestos socialistas que, obnubilados por un mezquino inters econmico, han convertido el oportunismo en una costumbre.