El derrochador culpable r6367

Juan Carlos Reyes, Holgun Press

HOLGUN, Cuba, junio (cubanet.sergipeconectado.com) - Soy un derrochador! He gastado junto a otros ciudadanos 40 mil toneladas de combustible en energa por encima del presupuesto del “generoso estado cubano”. Con un refrigerador y 4 lmparas fluorescentes.

El mdulo de dos ollas y el fogn elctrico no puedo contarlos, pues recuerdo a Fidel Castro cuando deca que con estos artefactos s bamos a ahorrar. El pobre, dedic tantas horas frente a las cmaras de televisin explicando cmo deba cocinarse, guisar frijoles y otros mens! Propio de un cocinero en jefe. Total, para nada, porque cuando lleguen los apagones habr que cocinar con lea, y tendr que trazar urgentemente un plan de ahorro.

Lo primero ser apagar el televisor a la hora pico, es decir, entre las 6 y las 9 de la noche (Mesa Redonda–Noticiero Nacional); luego desconecto el Coco (as llamo cariosamente a mi refrigerador, porque slo tiene agua); no pagar las ollas ni el fogn al banco. Como no voy a utilizarlos ahorro algunos pesos, pero eso s, los dejar en un estante visiblemente pblico como recuerdo de lo que fue una “victoriosa revolucin energtica”.

No me dejar influenciar por aquellos mal intencionados que hablan de nuestros dirigentes comunistas. Dicen que andan en sus 3 carros “vacilando” con la cara rosada y el vientre abultadito, las casas y oficinas acondicionadas, y que deban dar el ejemplo, puesto que son los primeros derrochadores y malversadores. No entienden los cubanos criticones que, segn el manual, un dirigente comunista necesita 3 carros, 3 casas, 3 mujeres (una oficial y dos querindangas) y as sucesivamente; ya si pasan de tres es corrupcin imperdonable o traicin.

Los culpables somos los de a pie, derrochadores inconscientes. Por ejemplo, mi vecino se pasa el da escuchando Radio Mart.

-Oye, mijito –le digo- que ese radio gasta mucho!

Un amigo conecta el ventilador la noche entera, y tengo que atajarlo:

-Compadre, apgalo, no importa que sudes, a fin de cuentas es un sudor revolucionario, y en las revoluciones se ahorra a costa del sudor del pueblo.

Mi propuesta final es dirigirnos todos los que segn ellos derrochamos, en peregrinacin socialista, y postrarnos a los pies de los jerarcas, derrochadores justificados, oradores climatizados y otros compaeros gastadores autorizados, y pedir que acaben de llegar los apagones, por mi culpa,por mi culpa, y por mi grandsima culpa.