Los viejos del barrio 41221x

Valentina Cueto

LA HABANA, Cuba, mayo (cubanet.sergipeconectado.com) - Rostros arrugados y miradas opacas por el tiempo; espaldas encorvadas, ropas radas y no muy limpias. Los que antao fueran atractivos personajes de ambos sexos –maestros, ingenieros, tcnicos o simples amas de casa – se renen, hermanados ahora por el almanaque, en torno a los bancos de los parques del barrio. Sus temas de conversacin, tan gastados como su vestimenta, aluden a tiempos de pasadas glorias: son los viejitos del barrio.

Aunque el cubano es respetuoso de los ancianos, por naturaleza y tradicin, estos abuelos tienen un comn denominador: la soledad. Algunos nunca tuvieron hijos; otros, que s poseen una extensa familia, sufren la separacin de sus seres queridos por causa de la emigracin o la muerte temprana. Por eso se renen entre ellos: para, compartiendo tristezas y preocupaciones, darle un sentido a su vida a travs de la amistad.

Sin proponrselo se han convertido en los portavoces de bodegas y carniceras: “Ya vino el pollo”. “Llegaron los huevos”, informan a los vecinos, como si las aves y sus posturas tuvieran la capacidad de desplazarse. Es el modo que tienen de sentirse tiles y brindar un servicio a la comunidad.

Hay que reconocer que gracias a estas oportunas informaciones muchos vecinos ocupados en mltiples tareas no pierden las ridculas cuotas de alimentos que se venden por la libreta, dicen que a precios subsidiados por el Estado.

La disminucin de la tasa de natalidad, la emigracin y otros factores internos hacen de Cuba un pas cuya poblacin tiende a envejecer, y no se observa un horizonte de mejoramiento en los niveles de vida.

El abandono y la soledad conforman entre los hombres y mujeres de la tercera edad un panorama desolador. La cantidad de hogares para ancianos sin familia es limitada y los que existen no cubren la necesidad de una poblacin que demanda cada vez ms de este servicio.

La seguridad social y las pensiones, aun las ms altas, no son suficientes para cubrir las necesidades bsicas de ningn cubano. Los ancianos que no tienen familiares en el exterior que les enven remesas de manera estable, viven al borde de la indigencia.

En medio de la crisis econmica por la que atraviesa el pas la seguridad social ha desarrollado un programa de ayuda a travs de comedores populares donde les brindan a los ancianos un almuerzo diario que, si bien en calidad y cantidad deja mucho que desear, al menos les permite, por un peso, llevarse un bocado de comida a la boca.

La pregunta que nos hacemos es si este panorama ser el futuro de las nuevas generaciones que apostamos a vivir en la Isla, segn Coln, la ms hermosa tierra que ojos humanos vieron.