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Fuga mortal 2bu3j Jorge Olivera Castillo, Sindical Press LA HABANA, Cuba, mayo (cubanet.sergipeconectado.com) - El mar los devolvi hecho pedazos. Fue en agosto pasado que cayeron en las fauces del ocano mientras pretendan alcanzar otras orillas relativamente cercanas, pero custodiadas por olas de intensa musculatura y peces de apetito insaciable. Las marejadas hicieron trizas balsa de madera y los tanques plsticos. Seguramente era el principio de una muerte con los pulmones anegados, el pavor inscrito en la mirada, la desesperacin pintando de gris las esperanzas en un mejor destino. En pocas horas murieron quien sabe si bajo el influjo de un da sin sol a causa de la tormenta tropical Fay, o de una noche demasiado oscura para ver los bordes de la suerte. Es una banalidad pensar si los comensales fueron tiburones o barracudas. Lo que lacera el alma de familiares, amigos y personas con un poco de sensibilidad es el drama del naufragio y su fatal resultado. Ese espeluznante hallazgo se aade a la enciclopedia de hechos donde quedan reflejados los pormenores de una tragedia nacional. Qu motivaciones llevaron a estos hombres a embarcarse en una empresa de riesgos tan elevados?, Entendern las futuras generaciones de cubanos que ms de 50 mil de sus coterrneos pusieron fin a sus vidas queriendo irse de su pas en cualquier objeto flotante? Es duro ver ahora las fotos de Rolando Alberna, Osmani Segura e Ivn Pelez, tres de los cuatro occisos devorados por el mar, y pensar en su agona envueltos entre la espuma del oleaje e intentando zafarse de los brazos de la muerte. En total eran ocho hombres que iban rumbo a los cayos de Florida, hartos de la persecucin y del peligro de ser llevados a la crcel por sus actividades dentro de la oposicin. Eran cubanos de a pie que apostaron por sumar sus voces y su voluntad a favor de que Cuba se transformara en una nacin sin exclusiones motivadas por razones ideolgicas y polticas. Queran ser ciudadanos de un pas donde no fueran maltratados y excluidos por no comulgar con la filosofa impuesta por la lite de poder. Optaron por evadirse de lo que es Cuba: una prisin donde el rigor se funde con los aires de una cotidianidad aparentemente soportable. Ellos determinaron borrar de sus vidas las pesadillas del encierro y la falta de expectativas. En cada paletazo de los remos sobre el agua quedaban sepultados los ruidos del amplio arsenal represivo. De lejos miraban el infierno con sus prohibiciones, sus candados camuflados con cintas de colores y las rejas hechas a golpe de decretos y odios macizos. Tenan la vista en el horizonte. El pensamiento sobre un futuro digno sin el lastre de la esclavitud. La fatalidad se interpuso. No pudieron satisfacer sus ms caros deseos. Hoy engrosan la larga lista de fallecidos en el Estrecho de Florida en el intento de abandonar la Isla. |