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Coprofagia 3m6x65 Jos Hugo Fernndez LA HABANA, Cuba, mayo (cubanet.sergipeconectado.com) - Quiz cuando nico no mienten los caciques de Cuba es cuando demuestran creerse sus propias falacias. Cuesta aceptarlo, pero si ahora se les nota un tanto ms engallados y hasta menos tensos que en las semanas anteriores, es porque permanecen bajo los efectos narcotizadores del desfile del primero de mayo y del resultado de la farsa electoral. Podramos simplificar el asunto concluyendo que se engaan a s mismos al creer que una vez ms lograron engaar al mundo con las manidas trampas de siempre. Pero el asunto es ms complejo. Ms serio. Ms grave. Y ms dramtico. Si todava hoy, a pesar de los pesares, su maquinaria propagandstica y manipuladora alinea entre los ms eficaces instrumentos de dominio que han conocido nuestros tiempos, no se debe nicamente a la enorme cifra de personas e instituciones internacionales que logra confundir, ni an al modo en que les propicia mantener en un puo a la poblacin cubana. Tambin habra que tener presente el hecho de que ellos mismos son manipulados por la maquinaria. Se trate del escrutinio en las elecciones, de resultados productivos y econmicos, o de estadsticas en materia de salud pblica, educacin, empleo, o cualquier otro tema contable, los caciques no mienten (digmoslo as), no necesitan mentir formalmente cuando publican sus informes. Porque han organizado la mentira de una forma tal, que pueden darse el lujo de reproducir escrupulosamente los datos que les llegan desde las diferentes instancias intermedias y de base. Esta espiral perversa, en la que cada cual le miente al inmediato superior para proteger el cargo o el feudo, y as dispensan del ejercicio de la mentira a la cabeza del sistema, es algo que conoce muy bien todo el que se relaciona medianamente con nuestra realidad. Lo que tal vez se tenga menos en cuenta es el hecho, pintoresco, de que nuestros caciques no slo no mienten (digmoslo as), en tanto otros mienten por ellos, sino que incluso demuestran asumir como autntico el fruto de su propio embuste. Algn da los psiquiatras tendrn que desencabuyarnos este trompo. Pero es as. La explicacin tiene que ser esa: que estn practicando la coprofagia, como los conejos, los cuales se comen las propias heces, no solamente porque les gustan sino porque necesitan fortalecerse con su ingestin, para mantenerse vivos. |