MADRID, España.- El 15 de septiembre de 1977 se publicó El Silmarillion, una de las obras más significativas del escritor británico J.R.R. Tolkien (1892-1973). Esta fecha marcó un hito en la literatura fantástica, ya que el libro ofreció a los lectores una puerta a los orígenes y mitología del vasto mundo de la Tierra Media, el universo ficticio que había sido previamente explorado en las célebres novelas El Hobbit (1937) y El Señor de los Anillos (1954-1955). 33i5d
El Silmarillion no es una novela tradicional, sino una colección de historias, poemas y mitos que cubren miles de años de historia. La obra está estructurada en cinco partes principales, siendo la más destacada la “Quenta Silmarillion”, que narra las luchas de los elfos, hombres y otras razas por los codiciados Silmarils, gemas de gran poder creadas por el elfo Fëanor. Esta epopeya se desarrolla en la Primera Edad del mundo de Tolkien, mucho antes de los eventos narrados en El Señor de los Anillos.
A diferencia de sus predecesoras, que fueron escritas y publicadas durante la vida de Tolkien, El Silmarillion fue publicado póstumamente por su hijo Christopher Tolkien, quien recopiló y editó los extensos escritos que su padre había dejado inconclusos. La tarea de compilar el libro fue monumental, ya que J.R.R. Tolkien había trabajado en estos textos durante gran parte de su vida sin llegar a organizarlos de manera definitiva.
Pese a su complejidad y su tono más mitológico, El Silmarillion ha sido fundamental para aquellos lectores que desean adentrarse en los cimientos del universo de Tolkien. El libro explora temas profundos como la creación del mundo, el conflicto entre el bien y el mal, la ambición y el destino, lo que lo convierte en una lectura esencial para los seguidores del autor.
A 47 años de su publicación, El Silmarillion sigue siendo una obra de referencia en la literatura fantástica, destacándose como una pieza clave para comprender la magnitud y profundidad del legendario mundo de Tolkien.