junio 9, 2025 342m35

‘La Isla Misterosa’: una novela catastrofista ambientada en La Habana del futuro 4u3f1

“Misterosa” es una licencia del autor por no decir “Menesterosa”. No obstante, Julio Verne está implicado en esta novela triste y dura, como es la vida en la Cuba de la continuidad.
La Isla Misterosa, Cuba, Alberto Rodríguez López, novela
Alberto Rodríguez López y cubierta de su novela. (Fotos: Facebook / cortesía)

LA HABANA, Cuba.- Acaba de aparecer en Ilíada Ediciones la novela La Isla Misterosa, de Eloy G. Coton, que es el seudónimo literario del escritor y abogado Alberto Rodríguez López. 2r6v6m

Probablemente a usted le parecerá que el título es el mismo que el de una conocida novela de Julio Verne. A mí me pasó. Pero luego vi que había leído mal: era La Isla Misterosa, y no “Misteriosa” como me había parecido. Lo de “Misterosa” fue, según el autor, una licencia por no decir “Menesterosa”. No obstante, Julio Verne está implicado en el asunto: el autor atribuye “el financiamiento de la edición ecológica del libro” al Grupo Verne.      

La Isla Misterosa no es del género novela negra, que es el fuerte de Rodríguez López. Me aventuro a calificarla como una novela de ciencia ficción en un modo catastrofista, que no lo es tanto porque en ese ambiente angustioso y de catástrofe que se describe casi ya estamos ¿viviendo? los cubanos.  

Rodríguez López define su novela, atribuyéndole la definición a un partido galáctico, como “un tratado escatológico”. Acerca del escrito en papeles embarrados de mierda que arqueólogos del futuro hallarían dentro de una botella plástica de aceite de cocina, advierte: “La novela cuenta una historia pasada en un tiempo presente o lo que sucede en un tiempo presente hallado en el futuro”.

/destacados/pobreza-y-reproduccion-de-la-pobreza-apartheid-en-cuba

Y continúa explicando que el hallazgo se produjo “en una ciudad sometida a la pobreza y al control absoluto”, donde “un hombre escribe la historia de su vida y de la ciudad, cercada por el mar y en que la pena capital se cumple con asepsia económica en los derrumbes”.

El mensaje del libro, pese a la fabulación, no deja de ser terriblemente comprensible para un cubano de estos tiempos, por muy inverosímil que pudiera parecerles a quienes leen el manuscrito más de mil años después.           

Como a mis compatriotas de aquí y de ahora mismo, ya no me asombra cuando alguien cuenta cómo es vivir rodeados por la mierda y amenazados por los derrumbes; del hambre crónica, de comer la bazofia que podamos conseguir cuando aparezca; de “la excrementosa política de Los Grandes Pensadores”, “la palabrería de siempre que va matando el oído”; de “la imposición de pensamientos, de la fuerza de la verdad impuesta”; de sentirnos vigilados hasta cuando cagamos, de envidiar, como los leones del zoológico, el mundo exterior, el “afuera”, la libertad.

No hay que ser muy sagaz para entender a quién alude el autor cuando se refiere a Caballo de Piedra o los represores que combaten a los que acusan de estar confabulados con el “enemigo imperial y ultramarino”, a quienes, por apedrearlos, “se les prometió recompensa de vasos de agua con azúcar y pan viejo en sus cuarteles que en un tiempo fueron hoteles cuya construcción vació las arcas y una vez cobijaron turistas a los que se les prohibía caminar la ciudad, y en la extraña deducción de que sus vacaciones eran periodos de cautiverio sin poder asomarse a las ventanas tapiadas con cristales traslúcidos, tomaron otros rumbos”.

/destacados/la-habana-ya-no-aguanta-mas-y-menos-con-estas-aguas

El escritor hace por momentos un delicioso uso de la ironía y el humor negro, como cuando narra la historia del viejo profesor de marxismo-leninismo que hace el sacrificio de su lengua ante “la incomprensión de las nuevas generaciones inducidas a cambios ideológicos”.

La novela, triste, dura y dolorosa, como es la vida en la Cuba de la continuidad pos-fidelista, tiene un final abierto, “en el cementerio de la costa adonde nadie quiere llegar a no ser que no quede alternativa”, y donde “el escritor de la mierda y la frustración” enterrará a sus perros amados, Cipión y Berganza, y a María, la mujer gótica, con quien, “en el cementerio bajo la luna gris y el sol cojo que nunca sale del horizonte, hacíamos lo único en lo que fuimos libres, no lo formamos como la niebla apestosa ni las normas de la Heráldica o la preceptiva de Los Grandes Pensadores: nos amamos y ella escuchaba mis escritos”.   

Alberto Rodríguez López, de 62 años, vive en Alamar, es licenciado en Derecho, aunque apenas ha ejercido y fue guionista de novelas radiales. Ama a sus perros cual si fueran sus hijos, gusta de la buena literatura y del rock, y escribe compulsivamente. Actualmente trabaja en la novela La última cena.

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

Luis Cino 5y2n4b

Luis Cino Álvarez (La Habana, 1956). Trabajó como profesor de inglés, en la construcción y la agricultura. Se inició en la prensa independiente en 1998. Entre 2002 y la primavera de 2003 perteneció al consejo de redacción de la revista De Cuba. Fue subdirector de Primavera Digital. Colaborador habitual de CubaNet desde 2003. Reside en Arroyo Naranjo. Sueña con poder dedicarse por entero y libre a escribir narrativa. Le apasionan los buenos libros, el mar, el jazz y los blues.

LO MÁS LEÍDO 4z4q2h

José Ramón Viñas / Reunión de masones cubanos

“Estamos dispuestos a asumir el precio”: Viñas Alonso se niega a arrodillarse ante el régimen 506y4k

Protestas universitarias se extienden por toda Cuba j3z6v

“Paro académico indefinido”: Aumentan protestas universitarias por tarifazo de ETECSA 9a3p

Era el “alma de la nación” en Cuba. Ahora es empresario en Florida 1vz70

En paradero desconocido atleta cubana que abandonó el equipo de la Isla en Austria 402d57

Rechazo hacia ETECSA obliga al régimen a valorar “opciones para los sectores más vulnerables” 39b6t

ÚLTIMAS NOTICIAS 6j3o2d

Los rayos matan más que los huracanes en Cuba: causan unas 54 muertes al año zf3j

A 150 pesos el metro cuadrado por día: se alquila el Malecón de La Habana 5r5d5d

Ciudadanos cubanos necesitarán visa de tránsito para hacer escala en Ecuador 3z2n2z

El dólar por debajo de 25 pesos: la última tasa de cambio impuesta por ETECSA u2h4h

Facultad de Matemática levanta el paro: confían en diálogo con autoridades 1f4j4u

La cuadra secreta de Celia y Fidel Castro: un enclave blindado en el Vedado 6wx1o

¿Qué está pasando en Los Ángeles? Aumentan protestas y despliegue policial c6d4r

Régimen niega libertad condicional a Sissi Abascal Zamora, presa política del 11J 6h3g3w

NOTICIAS RELACIONADAS 4i453u

Turistas rusos en Cuba

“A los turistas los tratan como a cerditos”: Más viajeros rusos se decepcionan del destino Cuba 543t4u

Tormenta eléctrica en la costa de Cuba

Los rayos matan más que los huracanes en Cuba: causan unas 54 muertes al año zf3j

Estudiantes universitarios cubanos

El régimen no la tiene fácil con la protesta universitaria  1v3n5h

Mural dedicado a Celia Cruz en el barrio latino de Harlem, Nueva York

Desde Harlem hasta Perú: el mundo rinde tributo a Celia Cruz en su centenario 176z5v

Malecón de La Habana

A 150 pesos el metro cuadrado por día: se alquila el Malecón de La Habana 5r5d5d

Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en Quito, Ecuador

Ciudadanos cubanos necesitarán visa de tránsito para hacer escala en Ecuador 3z2n2z

Un telepunto de ETECSA

El dólar por debajo de 25 pesos: la última tasa de cambio impuesta por ETECSA u2h4h

facultad de comunicación, universitarios, ETECSA, tarifazo

Facultad de Matemática levanta el paro: confían en diálogo con autoridades 1f4j4u