SANTIAGO DE CUBA. – Los retrasos en la distribución de la canasta familiar normada “han sobrepasado los límites” en los últimos dos meses. Recién el pasado fin de semana comenzó la entrega del arroz correspondiente al mes de junio en Santiago de Cuba, una demora similar a la de mayo. 2y5b1d
Mientras, otros productos como el aceite, los granos, los cárnicos y el tan preciado azúcar, han estado continuamente ausentes de las bodegas, algo que “ha empeorado la ya terrible situación alimentaria, al punto de que muchos no pueden ni siquiera garantizar una comida al día”, según santiagueros consultados por CubaNet.
“Ahora sí el hambre y la desesperación nos han invadido por completo. Nadie dependía exclusivamente de lo que llegaba a la tienda, pero uno organizaba la economía familiar en base a la canasta, pues esos eran productos que ya no teníamos que comprar a sobreprecio. Ahora que no viene nada, el salario de un trabajador alcanza para apenas una semana”, dijo a CubaNet el profesor Rubén Torres, en el centro de la ciudad de Santiago de Cuba.
Recientemente, el gobernador de la provincia, Manuel Falcón, reconoció que la distribución de alimentos en el territorio era “crítica”, sobre todo en cuanto a productos como el azúcar, el pan y el aceite.
“El azúcar hay que producirla y no se ha podido fabricar, estamos en espera de que se adopten decisiones”, dijo.
Además, apuntó que “con el pan hay cobertura para 10 días y la leche está en distribución por cinco días”.
Si ponemos en cifras tangibles lo que representa adquirir a sobreprecio los productos que ya no llegan a la bodega, o que llegan hasta con 30 días de retraso, el salario medio de un trabajador cubano, que equivale a 4.648 pesos, podría agotarse en un solo día.
Tener que comprar arroz a 220 y 250 pesos la libra, azúcar a 300 y a 350, aceite a 1.150 el litro, huevos a 100 la unidad y pollo a 400 la libra, prescindiendo de lo que se recibía a precios más económicos, ha puesto a la ciudadanía en una situación de indigencia colectiva.
Para la santiaguera Marcia Luna, está claro que su familia está por debajo de los límites de la pobreza, más en los últimos meses. Tanto ella como su esposo, que convive junto a su hijo en el reparto Micro 7, trabajan: ella como costurera y él como investigador social. Sin embargo, los dos salarios no cubren ni 15 días de la canasta alimentaria mensual, comentó.
“Yo vivo deprimida. Nadie puede estar feliz en este país, porque nadie es feliz cuando tiene hambre. En mi casa se hacía mercado los fines de semana, pero desde que no llegan los mandados a la bodega a principio de mes, hay que empezar a comprar arroz, azúcar, aceite, huevos, pollo y todo caro. Así no hay quien viva”, lamentó la mujer de 37 años.
“Estamos claros de que siete libras de arroz, cuatro de azúcar, media libra de aceite y cinco huevos no son casi nada, nunca lo han sido, pero sacaban de apuro, nos estiraban un poquito el salario”, concluyó.
¿Se acerca el fin de la libreta de abastecimiento?
Es evidente que garantizar la existencia y distribución de la canasta familiar normada es una tarea que ha excedido las capacidades del Gobierno cubano, que suele justificarse y trasladar la responsabilidad de los incumplimientos a la gestión portuaria, los mecanismos de repartición e incluso al clima. En este contexto, los cubanos vuelven a plantearse el fin de la libreta de abastecimiento, un temor que antes había sido negado por el régimen.
“Queremos ratificar una vez más que la libreta de abastecimiento sigue siendo el medio de distribución que la Revolución hace 60 años decidió crear y mantener para una distribución equitativa a nuestra población. Por tanto, son inciertas las bolas y rumores sobre su desaparición”, manifestó la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, en diciembre de 2023.
En contradicción, a principios de junio, el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, llamó a no esperar lo que traiga la canasta básica y a “guapear los alimentos”. Sus declaraciones causaron gran descontento a la par que avivaron las opiniones que pronostican el final de la cartilla de racionamiento.
En Facebook, la usuaria identificada como Yraidis Frómeta comentó: “A mi entender ellos están probando al pueblo, para ver si sobrevivimos por nuestra cuenta, para después y no un después muy lejano, quitar la libreta”.
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