junio 14, 2025 r5ui

Piedra, camboleros y chivados en La Habana: ¿tolerancia cero a las drogas? 2i3s5s

En abril de este año, las autoridades cubanas reconocieron que el consumo de drogas ilegales ha aumentado en la Isla. Esto es lo que pasa en un barrio de La Habana.
Preparación para consumir la "piedra" (Foto: CuabNet)

LA HABANA, Cuba. – En Cuba, y posiblemente en otros países de la región, un “cambolo” es una piedra, específicamente una piedra grande. Este término es muy frecuente entre los más pequeños. “Tirar un cambolo” o “rajar la cabeza con un cambolo” son expresiones que aluden a incidentes o peleas en las que una persona lanza una piedra grande contra su oponent o contra algo.  6i1ro

En cualquier caso, cambolo se usa como sinónimo informal de “piedra”.

El crack de cocaína es una droga altamente adictiva y potente, que se obtiene de la cocaína en polvo a través de un simple proceso de conversión. Por lo general, se presenta en forma de pequeñas piedras, lo que le ha valido el apodo de “piedra” en el argot callejero.

Un cambolero ―derivado de cambolo (piedra)―, también en el argot callejero y de las drogas en Cuba, es un vendedor y/o consumidor de crack de cocaína (piedra).

Estos camboleros o vendedores de “piedra” suelen deambular por las calles o permanecer en puntos específicos de la ciudad. Llevan las piedras consigo y pueden identificar, solo con mirarlo, cuándo alguien está en busca de su producto. Generalmente, saben quién es cambolero consumidor así como los consumidores conocen a los camboleros vendedores. Si su instinto o experticia les genera alguna duda al ver a un desconocido, suelen hacerle alguna seña y preguntarle qué está buscando.

Se les encuentra principalmente en los municipios de Centro Habana y Habana Vieja, que históricamente han sido reconocidos como entornos marginales y principales centros de consumo de drogas. Uno de los barrios donde más se vende esta droga, y al que llegó CubaNet, es Los Sitios, en Centro Habana. En este lugar, el negocio no se detiene ni de día ni de noche. 

“Toda la madrugada se la pasan ahí. No se van de la esquina. Se paran ahí y, como en las guardias, se van rotando por turnos”, dice Julia*, una vecina de la zona que se refiera a los vendedores de piedra que se ubican cada día en la esquina de Rayo y Maloja. “También se paran más arriba en Estrella y Maloja, en Ángeles y en Águila”.

Lazarito*, un joven de Los Sitios, dice que mientras “el químico”, otra droga muy popular entre los jóvenes, acapara toda la atención, el negocio de la piedra se expande abrumadoramente también a los ojos de todo el mundo, incluidas las autoridades. “Hay mucha gente chivá con la piedra, gente cambolera fula, que lo han vendido todo por un gramo de piedra”, cuenta.

“Chivarse” o “estar chivado” con una droga es estar enganchado, enfermo, haber creado una gran adicción y dependencia. Los camboleros chivados con la piedra, como los adictos a cualquier otro estimulante, suelen llegar al punto de vender o empeñar hasta sus propiedades, incluso las de otras personas.

Israel*, por ejemplo, vio con mucho dolor y frustración cómo su exnovia empezó un día vendiendo prendas que él mismo le compraba, hasta que por último “desapareció” algunos equipos de la casa. ite que se dio cuenta tarde. Aunque en el barrio se le acercaban algunos conocidos para decirle que su novia fumaba piedra a escondidas suya no quiso creerles. 

“Un día empezó vendiendo unos tenis que yo le regalé; me metió un cuento y con el tiempo empezaron a faltarme cosas mías, ropas mías, cosas de la casa, hasta que descubrí que me estaba robando y vendiendo todo para comprar piedra. Es muy triste”, narra este joven habanero que tuvo que poner fin a su relación.

La piedra es fácilmente accesible y asequible, aunque no tanto como “el químico”, que se puede consumir por 150 o 200 pesos cubanos. Cuesta poco producirla. Se produce disolviendo la cocaína en polvo en una mezcla de agua y amoníaco o bicarbonato de sodio. Se hierve la mezcla hasta que se forma una sustancia sólida. Se separa el sólido del líquido, se seca, y se parte en trozos (piedras) que se venden como crack de cocaína. Estas piedras son blancas o blanquecinas y varían en forma y tamaño. Casi siempre se fuman. Al fumarse, grandes cantidades de la droga pasan a los pulmones y producen una euforia intensa e inmediata.

La cocaína, en cualquiera de sus formas, es una droga marcadamente adictiva, y esa adicción parece desarrollarse con más rapidez cuando se fuma la droga, como sucede con la piedra, que cuando se aspira, como es generalmente el caso de la cocaína en polvo.

Además de los riesgos habituales asociados al uso de la cocaína (constricción de los vasos sanguíneos, elevación de la temperatura, del ritmo cardíaco, y de la presión arterial; y el riesgo de paro cardíaco y convulsiones), consumidores de piedra o crack experimentan problemas respiratorios, como tos, falta de aire, y trauma y sangrado pulmonares. También puede causar conducta agresiva y paranoide.

Marlon* es un joven santiaguero que encontró en la piedra la manera de establecerse en La Habana, pagar su renta y solventar sus gastos de alimentación y los de su familia en Oriente. “Se hace bastante plata, tú no tienes idea”, dice. 

Cuando se dedicaba a la producción y venta de “piedra”, su inversión ascendía a 15.000 pesos cubanos. Eso le costaba un gramo de cocaína, el cual cocinaba con bicarbonato de sodio y agua para extraer las piedras. Dependiendo de su tamaño, cada piedra las vendía entre 2.000 y 2.500 pesos cubanos, mientras que las más pequeñas en 1.500 o 1.000 pesos. “Y de la churrupia [desperdicio, sobras] que quedaba, la volvía a cocinar y obtenía unas tres piedras más”, explica.

Eso se le “iba como agua”, relata. “Si hacías seis piedras, por ejemplo, el mismo cliente que compraba una era el que te compraba las otras cinco después. Cada media hora venía buscando otra”.

“La Policía reconoce a un cambolero chivado a la legua y los usa”, explica. “Saben que están bien chivados con la piedra y no les hacen nada. A ellos los usan para llegar a los vendedores, pero no a los vendedores de gramos, a los grandes de verdad, los que venden kilos y más”.

Al saber cómo funciona el cerebro de un adicto, le ofrecen una dosis o un gramo de droga a cambio de delaciones.

“Y cuando uno está chivado de verdad no piensa que si delatas al que te vende no te va a poder vender más. Uno lo que piensa es en el gramo que te están prometiendo de gratis”, continúa Marlon*, quien reconoce haber estado enganchado con la piedra durante un periodo corto.

En abril de este año, las autoridades cubanas reconocieron que el consumo de drogas ilegales ha aumentado en la Isla. A pesar de que durante décadas el Gobierno cubano ha promocionado una política de “tolerancia cero” con el tráfico ilícito y el uso de drogas, muchas personas consideran que no hace lo suficiente y que hasta está implicado en el negocio. 

Armando* vive en la calle Rayo. Tiene alrededor de 50 años, los suficientes, dice, para que nadie le haga un cuento. Como muchos, cree que no existe un fuerte control policial sobre el consumo y distribución de drogas. 

“Ellos [las autoridades] saben todo lo que está pasando, ellos saben que en cada esquina de Los Sitios hay al menos un cambolero. Claro que lo saben, como también muchos sabemos que el negocio de la droga también beneficia a los dirigentes y a los peces gordos de este país. Esto no es negligencia, ni algo que no puedan controlar. Esto se llama distribución estatal”.

En una nota para CubaNet sobre la droga conocida como “el químico”, una fuente consultada declaró algo similar, que “en Cuba no se mueve un gramo sin que la policía no sepa. Eso mueve miles y miles de pesos; y atrae a turistas que buscan drogas y prostitutas”.

En este tipo de conversaciones, como la sostenida con Armando, suelen salir a relucir nombres de autoridades importantes del país o gente asociada a la cúpula castrista. En este caso, El Cangrejo, quien es en realidad Raúl Guillermo Rodríguez Castro, uno de los nietos más influyentes de Raúl Castro. “Ese es el que maneja la droga en este país. Eso lo sabe todo el mundo. Es el dueño de la cocaína que hay en los bares caros, a los que no vamos ni tú ni yo”, dice el hombre.

*Los nombres reales de las personas entrevistadas han sido cambiados para proteger sus identidades.

Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

ETIQUETAS: 1c2759

Colaborador desde Cuba 5u4g3u

Bajo esta perfil publican periodistas de Cubanet en Cuba que han decidido no firmar sus artículos por temor a represalias.

CON TU AYUDA SEGUIREMOS REPORTANDO LO QUE OCURRE EN CUBA

APOYA EL PERIODISMO INDEPENDIENTE EN CUBA

LO MÁS LEÍDO 4z4q2h

madre cubana, visado, Estados Unidos, reunifiación

Aprueban visado de reunificación para madre cubana deportada sin su hija 596g5h

A 150 pesos el metro cuadrado por día: se alquila el Malecón de La Habana 5r5d5d

“Estamos dispuestos a asumir el precio”: Viñas Alonso se niega a arrodillarse ante el régimen 506y4k

Protestas universitarias se extienden por toda Cuba j3z6v

“Paro académico indefinido”: Aumentan protestas universitarias por tarifazo de ETECSA 9a3p

Era el “alma de la nación” en Cuba. Ahora es empresario en Florida 1vz70

ÚLTIMAS NOTICIAS 6j3o2d

Movilidad en Artemisa: solo 45 de 129 rutas de transporte funcionan en la provincia 4aan

Estudiantes de FAMCA se niegan a participar en el grupo multidisciplinario de ETECSA 6u5942

Felipe Alarcón Echenique trae a Miami “Paraísos bíblicos” y su Habana 6d5v4h

Gran Logia de Cuba ratifica su soberanía ante “profunda crisis” de los masones 22r5x

Un fallo de ETECSA deja más de 60.000 hogares sin telefonía fija en Pinar del Río 603r1n

Con un país a oscuras, CUPET celebra su primer millón de toneladas de crudo en 2025 1vw4m

Régimen se jacta en la ONU de “buenas prácticas” carcelarias. Cubalex responde: “Miente” 5r3r2n

“No quiero a más personas del DTI en mi casa”: Estudiante de Medicina de Las Tunas 5y1n2

NOTICIAS RELACIONADAS 4i453u

Una oficina comercial de ETECSA

ETECSA “bota el sofá” y se dolariza a fondo 4u4j1r

Masones reunidos fuera de la Gran Logia de Cuba

“Hemos hecho historia”: Masones cubanos destituyen a Gran Maestro que usurpaba el cargo 161p4s

App citas

Las nuevas ‘streamers’: el trabajo sexual desde un ‘call center’ en Santiago de Cuba 1f4y6e

Una vista aérea de la Base Naval de Guantánamo

Guantánamo, “el Singapur del Caribe” 6q1a4f

Hueco de la escalera en un edificio del Cerro, donde ha vivido una mujer cubana por 10 años

Yazmín, la cubana que lleva 10 años viviendo debajo de una escalera 5x2i8

Fidel Castro, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel, dictadores cubanos

Así saqueó la Revolución a los cubanos: 11 historias de despojo y humillación 4aq15

María Josefa Calafat en su despacho en Tabacalera, Madrid

“Siempre digo que salí de Cuba en un submarino” 1z6r2n

Brigada Médica Cubana en Jamaica (Foto: Embajada de Cuba en Jamaica - Facebook)

Tráfico de batas blancas en el Caribe: La historia de cinco cubanas 1q176e