El pugilista compartió su indignación en redes sociales, calificando el Hyundai Grand i10 que le entregó el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) como “una basura” 73735e
“¡Será un estreno extraordinario!”, dijo el presidente del ICAIC.
Nada mejor podía ocurrírseles a los organizadores de los CDR para celebrar a los olímpicos cubanos: cake con una bandera, ron Don Diego, sirope y un collage de Fidel.
Lo sucedido en La Habana en la noche del 12 al 13 de agosto merece algunas consideraciones.
Con su actuación en los Juegos Olímpicos de París, el deporte cubano sufre una involución de 56 años.
Con pachanga en La Piragua el régimen celebró la vuelta a la era del bronce olímpico.
Ni siquiera la tradicional nave insignia, el boxeo, pudo sacar la cara por la delegación oficial de la Isla: de cinco concursantes, solo uno llegó a la discusión del título de su categoría.
Antes de los Juegos, Díaz-Canel había dicho que el pronóstico oficial de cinco oros era conservador.
Es la segunda medalla en la historia olímpica para Cuba de la lucha femenina.
No basta con descubrir el talento y hacerlo crecer física y técnicamente. Después de eso hay que garantizar que los atletas vivan una existencia decorosa.
El pugilista compartió su indignación en redes sociales, calificando el Hyundai Grand i10 que le entregó el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) como “una basura”
“¡Será un estreno extraordinario!”, dijo el presidente del ICAIC.
Nada mejor podía ocurrírseles a los organizadores de los CDR para celebrar a los olímpicos cubanos: cake con una bandera, ron Don Diego, sirope y un collage de Fidel.
Lo sucedido en La Habana en la noche del 12 al 13 de agosto merece algunas consideraciones.
Con su actuación en los Juegos Olímpicos de París, el deporte cubano sufre una involución de 56 años.
Con pachanga en La Piragua el régimen celebró la vuelta a la era del bronce olímpico.
Ni siquiera la tradicional nave insignia, el boxeo, pudo sacar la cara por la delegación oficial de la Isla: de cinco concursantes, solo uno llegó a la discusión del título de su categoría.
Antes de los Juegos, Díaz-Canel había dicho que el pronóstico oficial de cinco oros era conservador.
Es la segunda medalla en la historia olímpica para Cuba de la lucha femenina.
No basta con descubrir el talento y hacerlo crecer física y técnicamente. Después de eso hay que garantizar que los atletas vivan una existencia decorosa.
