AREQUIPA, Perú – Desde hace poco más de tres meses Cubavisión trasmite la telenovela Renacer, producción que ha conquistado al público cubano por sus personajes complejos y temas de interés social. t4m29
Uno de los personajes y tópicos que han avivado el debate durante los últimos episodios son los de Liliana, interpretada por la actriz Gisselle Fajardo, y el hecho de agresión sexual perpetrado por su primo Héctor, rol del actor Jorge Molina.
Al respecto, Fajardo habló sobre su participación en la telenovela durante una entrevista para Cuba Today +, en la cual confiesa algunos puntos en común de su vida con la historia del personaje.
La joven hizo casting inicialmente para los personajes de Yemayanki, Aytana y Liliana, pero no fue seleccionada para ninguno de ellos. Poco después, una de las actrices del elenco sufrió complicaciones que la llevaron a abandonar el proyecto y fue reemplazada por Fajardo.
Actualmente, Lilina en Renacer atraviesa los momentos más dolorosos a causa de la violación y el costo emocional que ello conlleva. A Giselle Fajardo, estas escenas le evocan recuerdos difíciles de su propia vida.
Según contó, cuando cursaba el séptimo grado escolar, ella y dos compañeras de aula fueron citadas un sábado en la escuela por el profesor de educación física. Ello, bajo el pretexto de ensayar “una tabla gimnástica”.
Hubo un momento, recuerda Fajardo, en que el maestro las envió a sacudir el borrador y ellas se alejaron a cumplir la tarea. Al regresar notaron que el hombre se había bajado el short y se estaba tocando.
“Yo no le dije nada a nadie por miedo. Tenía miedo contarle eso a mis padres, y que incluso pensaran que había sido culpa mía, por llevar una saya corta, por algo que había provocado yo misma”, dijo la actriz.
Sin embargo, una de sus compañeras denunció el hecho a la directora de la escuela y el hombre fue enjuiciado, estuvo en prisión y se le impuso una orden de alejamiento.
Además, Fajardo sufrió una segunda experiencia de este tipo, más agresiva, esta vez durante sus 15 días de aislamiento en el centro ubicado en el Instituto Superior de Arte (ISA), en plena pandemia de Covid-19.
En la última noche de confinamiento, mientras dormía, el fumigador de los cuartos entró a la habitación y la tocó sin consentimiento, estando ella dormida.
Cuando se percató del hecho, Fajardo corrió a a tocar las puertas de los locales donde estaban las enfermeras y doctoras.
En la mañana siguiente llegó la policía e hizo la denuncia. Sobre el caso, la actriz actualizó que unos meses después las autoridades se comunicaron y le informaron que el acusado había sido identificado, así como penalizado con una simple orden de alejamiento.
La violencia de género en Cuba ha llegado a ser incluso negada por autoridades y figuras de renombre como Mariela Castro. Las cifras de feminicidios no se transparentan, por lo que en ausencia de estadísticas oficiales, los observatorios independientes han tenido que mantener un subregistro que permite tener una idea de cuántas mujeres son asesinadas, dónde y cuándo. En Cuba no existe una política integral que proteja a las mujeres, tampoco hay refugios a donde estas puedan acudir si necesitan protección de sus victimarios.
Cubanet, otros medios de prensa y observatorios han documentado como varias víctimas de feminicidios habían denunciado previamente a sus agresores y no fueron encarcelados hasta el momento que las ultimaron.